El futuro de Linux

Linus Torvalds, fiel a su famoso mal carácter, abroncó hace unos días a Ben Dooks, que parece ser un contribuidor del kernel de Linux, por solicitar que se implementara soporte para big endian. Más allá del mensaje del señor Torvalds, que no tiene desperdicio, o de la respuesta de su interlocutor, que no se queda demasiado atrás, este hecho me hizo reflexionar sobre qué destino le deparará el futuro a Linux.

Actualmente Linux es el pilar que sustenta la computación en la nube. Gobierna la mayoría de sistemas empresariales y se ejecuta en un nada despreciable número de ordenadores personales. ¿Qué ocurrirá cuando Linus se baje del carro?, ¿habrá buscado ya un sustituto?, son preguntas que me vienen a la cabeza.

Es cierto que Linus cedió Linux a la comunidad de software libre desde el principio. No obstante, ejerce desde un primer momento un papel de dictador benevolente en el desarrollo del proyecto. No sería descabellado pensar que, cuando se retire, el proyecto pase a otras manos menos juiciosas y termine muriendo con él. Tampoco sería la primera vez que ocurre.

Sin embargo, no necesariamente tiene por qué terminar así. De hecho, el otro gran proyecto del señor Torvalds, quizá aún más relevante, el software de control de versiones git, es un ejemplo de ello. Me atrevería a decir que hoy en día para contribuir al desarrollo de cualquier proyecto de software es obligatorio saber manejar git. Pues bien, ya hace un buen número de años que Linus cedió el liderazgo del proyecto a Junio Hamano y, lejos de fracasar, como decía, git es hoy más exitoso que nunca.

Quiero aprovechar también para agradecer al profesor finés su generosa contribución a la humanidad. Qué duda cabe de que es un engreído, algo que pude corroborar poco después, en una entrevista que le hicieron en Github por el 20 aniversario de git y que encontré cuando buscaba imágenes de su aspecto actual. Por cierto, ha adelgazado bastante. Sin embargo, qué altruista también. Por entregar git y Linux y mantenerlo no ha recibido nunca ninguna contribución económica. Podría argumentarse que tomó no poca inspiración de proyectos anteriores: Minix del profesor Tanenbaum, para el desarrollo de Linux (y este a su vez inspirado en Unix, desarrollado principalmente por Ken Thompson y Dennis Ritchie); y de BitKeeper, para crear git. Pero hay que reconocer que, sin la contribución del genio finés, probablemente el panorama tecnológico actual sería bien distinto del que conocemos.

Algo que también hace que me plantee, cómo es posible, qué circunstancias deben darse, para que alguien pueda desarrollar algo así. Es cierto que tiene un inmenso talento, y que desarrolló Linux cuando aún era un estudiante, también afirma que desarrolló la primera versión de git en solo 10 días (aunque admite que estuvo planificando este desarrollo durante meses). Pero, ¿de dónde saca el tiempo o los medios? Yo, con mi forma de vida actual, no lo lograría ni en un millón de años. Quiero pensar que, como profesor universitario en un país nórdico, le dan bastante manga ancha y siempre ha podido enfocar su actividad académica a resolver estos problemas por los que también tiene un interés personal.

Espero que Linux y git sigan con nosotros por mucho tiempo.


Escuchando: JOE HISAISHI "Howl's Moving Castle Soundtrack"

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